Florencia es la ciudad del arte por excelencia. Con tal cantidad de museos que en realidad es imposible nombrarlos todos. En la ciudad se conservan obras entre las mas apreciadas del mundo y casi todos los artistas más importantes han vivido o trabajado en Florencia. Mas de 300.000 obras están expuestas en Florencia cubriendo un arco de tiempo que va desde la prehistoria al siglo XIX aunque si las obras maestras mas universalmente reconocidas pertenecen al Renacimiento florentino, quizás el momento más intenso y prolijo de la historia del arte del mundo occidental en la historia. Un tour de museos en Florencia puede ser extremadamente personalizado, según vuestros intereses y gustos, sea la pintura, la escultura, la historia, la arquitectura, el arte moderno, la moda, la plata o la porcelana, un artista en particular, la historia natural, las piedras preciosas o la ciencia. Nosotros te sugerimos de no perderte el museo de las oficinas, el corridorio Vasaraiano (Que no siempre es posible de visitar) y la capilla Medici.

Galleria degli Uffizi
Construida en 1560 cuando Cosimo I de Medici encarga al arquitecto Giorgio Vasari la realización de un gran palacio con dos alas, sobre el río, destinado a acoger todas las oficinas administrativas y judiciales del estado florentino. Se debe siempre a Giorgio Vasari la construcción sucesiva de una galería "elevada" que pasando sobre el puente viejo uniese las oficinas a aquella que se había convertido la residencia de los Medici en el palacio Pitti.

Las oficinas albergaban un patrimonio artístico inmenso, entre los que se encontraban millares de pinturas que iban desde la época medieval a la modernidad de su tiempo, un gran numero de esculturas antiguas, miniaturas y tapices. Las primeras colecciones de los Medici constituyeron el núcleo original de la galería, pero la vocación de mecenazgo de la familia trajo como consecuencia que estas colecciones se fueran desarrollando y aumentando de manera desmedida en el periodo en el que gobernaron. Los regalos de boda y las herencias provenientes de los matrimonios ilustres contraídos por los miembros de esta familia contribuyeron en mayor medida si cabe, a aumentar el enorme patrimonio artístico de los Medici..

Los Medici eran amigos y protectores de grandes artistas como Botticelli, Michelangelo e Raffaello por citar tan solo alguno de los más notorios. Aquí se han conservado algunas de sus obras más importantes. Las entradas se deben reservar con antelación.

Corridoio Vasariano
El Corridoio fue construido en 1567 por el Vasari bajo el patrocinio siempre de Cosimo I de Medici para unir las oficinas (Galleria degli Uffizi) a la residencia de los Medici en el Palacio Pitti. La estructura sobre elevada y de una longitud de un kilómetro parte de la galería, pasa sobre el puente viejo y sobre el "Arno" para llegar hasta el Palacio Pitti. La concepción de un pasillo elevado que permitiese a los gobernantes llegar directamente a las oficinas de administración del estado fue extremadamente moderna desde el punto de vista arquitectónico y permitía una vista espectacular sobre la ciudad y sobre el río. Desde el pasillo se puede ver el interior de la iglesia de santa Felicita, así como la veían los Medici cuando asistían a las representaciones desde su palco privado.

Hoy en día el pasillo alberga una parte de la colección de pinturas de los los siglos XVI y XVII pertenecientes a la Galleria degli Uffizi y una colección muy prestigiosa de autorretratos. El Corridoio solo se puede visitar con reserva previa algunos días de la semana y solo por pequeños grupos. Tickets y reservas son necesarias para la visita.

Cappelle Medicee (Capillas de los Medici)
Constituyen un vasto conjunto de ambientes de enorme interés. La amplia cripta diseñada por Buontalenti, contiene las tumbas de la familia Midici, mientras los subterráneos albergan solamente las sugestivas tumbas de Cosimo I y Donatello.
En la suntuosa capilla de los príncipes se encuentran las tumbas de los grandes duques de la familia, decorada con majestuosas estatuas de bronce dorado. Un pasillo comunica la capilla con la sacristía nueva, llamada así para distinguirla de la realizada por Brunelleschi, concebida como capilla funeraria e ideada por el Cardenal Giulio di Medici y del papa León X. Michelangelo inicio a construirla en el año 1521, pero la expulsión de los Medici en 1527 retrasó los trabajos. El abandono definitivo por parte de Michelangelo en 1534 deja inconclusa la obra. Tickets con reserva necesaria.