Viareggio con su resplandeciente mar a un lado y las cumbres blancas de los Alpes Apuanos por el otro es famosa mundialmente por su carnaval. Debe su nombre a la vía Regis, la ruta que la unía en la edad media con Florencia. Fundada alrededor del 1172 cuando Luqueses y Genoveses aliados contra la ciudad de Pisa construyen la "Roca Fortificada" La evolución de simple puerto a ciudad fue largo y difícil. En 1882 la hermana de Napoleón decide tomarla como residencia de vacaciones creando las bases de lo que será la moderna Viareggio, con sus chiringuitos de playa y sus sombrillas coloreadas, sus restaurantes y sus modernos locales. Su bellísimo paseo marítimo con mas de tres kilómetros de tiendas y sus edificios en estilo liberty, el famoso baño Balena, el café Margarina, donde se sentaba el compositor Giacomo Puccini, son parte integrante de unas vacaciones en Viareggio. Pero Viareggio significa sobre todo Carnaval. Durante cuatro semanas la ciudad se viste de color, mascaras y música abandonando su normal aspecto tradicional por uno mas alegre y chistoso.
A pocos kilómetros de Viareggio se encuentra Torre del lago Puccini verdaderamente definida como "Playas aisladas, frescas pinedas y el lago siempre en calma..." Así la vio Giacomo Puccini durante una cacería realizada con sus amigos en el lago de Massaciuccoli. Inmersa entre el estupendo lago, el mar Tirreno y los Alpes Apuanos esta pequeña ciudad es sin duda un rincón del paraíso que representa un punto estratégico de partida para visitar las ciudades del arte de Toscana pero también y sobre todo para una estancia relajante y regenerativo. El compositor Giacomo Puccini llegó hasta aquí a finales del siglo XVIII buscando un lugar pintoresco y tranquilo donde dar rienda suelta a su genio creativo. A su llegada fue acogido con tal entusiasmo por los habitantes y artistas que aquí vivían, que decidió establecerse, primero alquilando diferentes viviendas, y más tarde, con el dinero proveniente de los éxitos de sus operas comprando la que sería la casa de su vida, una antigua torre, de la que el municipio toma su nombre. Desde lo que era su jardín se llega directamente al embarcadero donde Giacomo Puccini partía para sus batidas de caza. La casa se puede visitar hoy en día, como testigo mudo de las mayores operas que fueron compuestas entre sus muros, Tosca, Madama Butterfly, La Fanciulla del West, La Rondine...
Desde 1930 se realiza cada verano, una temporada lírica al aire libre que aprovecha la sugestión del lugar y deja un recuerdo imborrable. Se puede escuchar la música y ver las representaciones directamente desde el lago a bordo de las embarcaciones que lo transitan.